miércoles, 21 de enero de 2015

Los libros arden mal

Sinopsis
"La pesadilla que vive la ciudad no es una ficción. Si es verdad. Están quemando las bibliotecas de los ateneos, del centro de estudios Germinal,del seor Casares. El humo no levanta el vuelo. Es pegajoso. Huele a carne humana."
pag. 36
"Lo has hecho a propósito, le dijo Terranova a Holando. El tatuaje del libro para lucir con las minervas.
De eso nada. Holando mostró orgulloso el pecho con la ventana enmarcada del libro: Es el instinto de la cultura, que elige la mejor madera. Es la naturaleza tomando conciencia de sí misma.
La conciencia. Polca se sintió como un delincuente. Tenía que devolver cuanto antes aquel otro libro a la biblioteca. De esa semana no podía pasar. Cada vez que lo abría, leía con más devoción y con más culpa."
pag 50
"La segunda oleada de olor era ya la del humo de la intemperie, el olor lúgubre y afligido de las cosas que no quieren arder, le pareció semejante al humear húmedo, disconforme, de la leña verde, o al desanimado del serrín y de las astillas sobrantes de los encofrados de las obras, ese fuego que se oculta, que se enfría. Conocía bien ese olor porque significaba al mismo tiempo intemperie y ahogo. Pero siguió adelante. Él sabía cuánto quería Arturo da Silva aquellos libros. Los que los acarreaban y tiraban pregonaban la procedencia del expolio, como si esa denominación de origen fuese el estímulo que necesitaban las perezosas llamas: ¡Biblioteca de Germinal!"
pag. 57
"Era conocido que Santiago Casares tenía la mejor biblioteca privada de la ciudad. En Panadeiras 12 había dos clases de paredes superpuestas. El muro exterior y los estantes de los libros por dentro. Iniciada por su padre, le suministraban novedades algunas de las mejores librerías de Europa. Muchos de esos libros habían llegado por correo marítimo. El jefe de la quema recordaba haber leído alguna entrevista en la que Casares contaba que había marineros que le traían en mano a su padre libros prohibidos o imposibles de encontrar en España. Y que uno de los momentos más felices de su infancia era abrir los paquetes «que traía el mar». Eso lo recordaba con exactitud. También a él le eran familiares los paquetes que traía el mar."

Los libros arden mal de Manuel Rivas, en ePub. Aportados por Pilar Burke

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