"Sacó libros de la biblioteca para aprender a llevar una contabilidad y luego volvió a Chicago y se puso a trabajar en una oficina donde no le pagaban nada pero así aprendió a hablar bien y a vestirse bien y luego habló de números con ellos hasta que se convencieron de que no sólo era guapa sino que además tenía cabeza y se podía confiar en ella, de modo que la pusieron a trabajar para las tres familias."
El honor de los Prizzi, Richard Condon. Ediciones Orbis. Páx 274. Aportado por JMV o 23 de abril, día do libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario