"Más tarde fueron al cementerio de Hammangi. Sacos de basuras que languidecían bajo el sol, somieres abandonados. Ahora allí se enterraba a los nuevos extranjeros, chinos, egipcios. El viejo cementerio cristiano había recobrado vida. La sección italiana era una especie de zona en obras. Paredes enteras de nichos destripados, estanterías tras estanterías como en una biblioteca vacía. Pasaron junto a las tumbas abandonadas de soldados desconocidos y al mausoleo marmóreo de Italo Balbo, este también vacío."
"Mar de mañana", de Margaret Mazzantini (p. 99, ed. Alfaguara), aportado por Sfer
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