lunes, 22 de junio de 2015

Nosotros, los ahogados

"Al principio los maestros de la escuela se tomaron las gafas literalmente y creyeron que Anton había empezado a interesarse por los libros, incluso que se había vuelto una rata de biblioteca. Pero pronto se dieron cuenta de que continuaba siendo tan calamitoso como siempre. La única diferencia era que ahora, antes de darle un sopapo, le pedían que se quitase las gafas." (páxina 472).
"Había hecho construir un orfanato. En la escuela le decían que los niños estaban entre los mejores de la clase y siempre irradiaban confianza en si mismos. Eso al menos estaba bien. Había regalado a la ciudad una biblioteca, y creado las condiciones financieras para el Museo Naval. Ni siquiera lo hizo en su nombre." (páxina 579).
"Las calles de Marstal se entrecruzaban, y las que daban al puerto y al mar habían sido siempre las principales. Después vino Kirkestraede con sus tiendas, de donde entraban y salían las mujeres. Era para ellas para quienes quería crear una ciudad nueva sobre las ruinas de la antigua. El orfanato, la residencia de ancianos, la biblioteca, el museo. Mujeres que viajaban fuera de la isla para volver a casa más fuertes y más preparadas; y eso era sólo el principio.
Se trataba de una conspiración secreta, y quien la encabezaba era Klara." (páxinas579 e 580).
Carsten Jensen: Nosotros, los ahogados, editado por Salamandra (colección letras de bolsillo), Aportado por Anxo

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