Hablar es un acto de desesperación. Almeyda iba a visitarla allí con frecuencia, comía pizza con Bianca, paseaban en bicicleta por el parque otoñal, pasaban juntos varias noches a la semana en el piso compartido, en medio de esa incómoda mudez estudiantil, pósters creciendo por las paredes, libros de la biblioteca ambulante, tallarines con queso, restos de salsa boloñesa en los platos, comics de Mafalda, mamografías, dietas de adelgazamiento, yogures desnatados en la nevera, velas perfumadas, sales de baño, acondionador del cabello, cera depilatoria, bragas puestas a secar en el tendedero, paquetes de tampax, todo el atrezo propio de la higiene íntima femenina. Páxinas 152 e 153.
Técnicas de iluminación de Eloy Tizón, editado por Páginas de espuma, 5ª edición, 2015. Aportado por Anxo.
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