Cantiga de agüero

Simón Vilanova vio a través del amplio ventanal de la biblioteca a Constanza Figueroa, que jugueteaba con su cachorrillo de pura raza, sin las tareas que envenenaban la herencia de su dueña, ignorante por otro lado de ellas, y sonrió.  páx 130

El secretario aprovechó el mutismo de Froilán Fonseca, que ocultó su rostro tras las manos, para abandonar la biblioteca confuso y un tanto mareado.  páx 130

La casa de la madrina le ofrecía, no obstante, el atractivo de una biblioteca bastante mediocre, pero que entonces, en aquella edad primera, le parecía el mejor de los tesoros.  páx. 148

Constanza parpadeó entusiasmada y corrió al encuentro de Simón Vilanova que trabajaba en la silenciosa biblioteca y que fingió desconocer la noticia.  páx 172

Simón Vilanova, resignado ante aquel viaje del día siguiente que don Froilán le había pedido realizar com un favor especial, recuperó el buen humor, momentáneamente ensombrecido al pensar en las incomodidades que se le avecinaban,después de la entrada y salida de Constanza en la biblioteca y de su entusiasmo pueril por la marcha.  páx 176

Cantiga de agüero; Carmen Gómez Ojea. Ed.Destino. 1982. Aportado por JMV