Agilulfo se frotó el hocico tras su sorbo al canalillo. Ya dije antes que es un perro culto. Su dueño es un humano con biblioteca grande y que va mucho al cine.
Estar o no estar - sentenció, grave.
Será eso.
Ser o no ser, como dijo el bardo.
¿Qué bardo?
Ni idea. Mi amo lo llama así.
Ah.
Escribió teatro, por lo visto. Pág. 13
Los perros duros no bailan/Arturo Pérez-Reverte. 2018, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U. Aportado por Lola.
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