domingo, 27 de mayo de 2018

Los perros duros no bailan

Agilulfo se frotó el hocico tras su sorbo al canalillo. Ya dije antes que es un perro culto. Su dueño es un humano con biblioteca grande y que va mucho al cine.
Estar o no estar - sentenció, grave.
Será eso.
Ser o no ser, como dijo el bardo.
¿Qué bardo?
Ni idea. Mi amo lo llama así.
Ah.
Escribió teatro, por lo visto. Pág. 13

Los perros duros no bailan/Arturo Pérez-Reverte. 2018, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U. Aportado por Lola.

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