Le aterraba abrir a corazón abierto los sentimientos de Nel, pero debía hacerlo, debía extirpar aquellas heridas abiertas y remendarlas para volver a hacerla feliz, curar todos sus males y despejar todas las incognitas antes de que fuera demasiado tarde. Jamás supo si la elección que tomó aquella misma tarde fue la acertada o no, se sentó en la regia silla de la biblioteca y comenzó a leer. Pág. 32
Donde habita el silencio. Ángel M. Castillo de las Peñas. ACEN Editorial. Abril 2015. Aportado por Lola
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