miércoles, 26 de septiembre de 2018

Climas

Cuando, después de cenar, caminaba a través del salón con sus oscilantes pasos de marino, decía:
-¿Sabe usted, Marcenat, cómo pasé la noche ayer? Estudiando en la biblioteca del almirante Mahan las batallas de Nelson -experimentaba, a pesar mío, el pequeño placer que en otro tiempo me había proporcionado la llegada de André Halff o de Bertrand.        páx 94

Ayer noche, estuvimos Isabelle y yo en la biblioteca. No tenía deseos de leer, me hubiese gustado salir, ver caras nuevas, moverme. Isabelle, contenta, apartaba de vez en cuando la vista de su libro y sonreía.      páx. 203

-¿Qué es ese libro misterioso? -me preguntó cuando estuvimos sentados.
-Es un libro que he cogido de la biblioteca de tu madre y que ha desempeñado un papel muy importante en nuestra vida. Al menos tú así me lo dijiste en cierta ocasión.         páx 296

Climas; André Maurois. Ediciones G.P. 1969. Aportado por JMV

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