No recuerdo a cuántos cirujanos vi; acabaron convirtiéndose en un revoltijo de edades, tamaños, honorarios y nacionalidades diferentes. Algunos se enfadaron, otros se quedaron consternados, anonadados y los demás me recomendaron que acudiese a un psiquiatra.
Así pues, fui a la biblioteca, saqué unos cuantos libros de medicina y me encerré en el apartamento para fabricar, con partes iguales de verdad y mentira, un cuadro clínico que resultara convincente. Pág. 166
Con la misma moneda. Verity Bargate. Alba Editorial., s. l. u., 2018. Aportado por Lola
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