Creo que Kathryn y yo no llevábamos casados ni dos meses cuando aconteció el suceso que me dispongo a contar. Hará unos cinco años, vivíamos en un pequeño apartamento en un sótano y los dos trabajábamos. Ella tenía un empleo a tiempo parcial en la biblioteca durante el día y trabajaba de camarera por la noche. Yo era el gerente diurno de una cafetería -no en la que estoy ahora-, y me dolía la cabeza por culpa de la luz del techo, y también pintaba casas, pero era a finales de otoño y el trabajo llegaba a trancas y barrancas. pax 22
-Bueno, usted no me lo diría si se hubiese burlado. ¿Nada más? ¿Le dijo algo más de nosotros?
-Dijo que en aquella época estaban sin blanca. Usted trabajaba a tiempo parcial en una biblioteca. Dijo que les puso nombres a los perros de la Protectora. Que se los puso uno por uno, dijo. Tal como lo describió, lo que usted hizo sonaba angelical. pax 30
El festín del amor; Charles Baxter. RBA. 2001. Aportado por JMV
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