-Mierda – dijo Lucien- ¡Qué diablos haces instalando la biblioteca completamente desnudo! Mierda, ¿por qué lo haces? Pero, por lo que más quieras, ¿es que nunca tienes frío?.
-No estoy completamente desnudo, llevo puestas las sandalias – respondió Mathias tranquilamente. páx.36
-Quizá, pero funciona muy bien, porque yo, en lugar de pararme a reflexionar, he hecho el ridículo: le he enseñado mi biblioteca para demostrarle que sabía leer. Para demostrarle que durante todos estos años y con toda esta soledad, he leído miles de páginas. Entonces él ha recorrido las estanterías y ha empezado a aceptar la idea de que yo hubiera podido ser amiga de Sophia. ¡Qué cabrón!
-Sophia decía que ella no leía casi nada – dijo Marc.
-Exactamente. Yo no sabía nada de ópera, así que intercambiábamos conocimientos y charlábamos en la biblioteca. Sophia lamentaba haber “abandonado” el camino de la lectura. Yo le decía que a veces leemos porque hemos abandonado otras cosas. Páx.131
Que se levanten los muertos. Fred Vargas. Debolsillo 2015. Aportado por Lola
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