martes, 29 de octubre de 2019

El inquisidor

Detuve mis pasos ante la escalinata de mármol que daba acceso a las puertas de la sede del Santo Oficio, donde nada más entrar el hermano Gerardo, el monje encargado de los archivos y de la biblioteca, que me conocía bien, atendio con rapidez mis requerimientos.
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Entramos en la gran sala que componía la biblioteca del Santo Oficio, donde se encontraban todos los libros de consulta habitual, cartas geográficas y una hermosa esfera armilar, además de lagunos escritos que, dada la oscuridad del recinto y sobre todo en un día gris como aquel, se alumbraban a la luz de varios candelabros.
páx 36

-Cuatrocientos años... -El encargado meditó en silencio. Otro movimiento de cejas me indicó que ya había dado con la respuesta-. Bien. Ya sé dónde buscar. Vos tratad de buscar el proceso del hereje, yo me encargaré de hacer lo mismo en lo relativo al libro. Os lo traeré a la biblioteca. -Y diciendo esto se alejó para desaparecer tras la puerta del archivo.
páx 37

Tras haber revisado la parte inferior de las vitrinas, tomé una pequeña escalera y allí estaba, el polvoriento tomo que contenía la causa de Eros Gianmaria. Descendí para dirigirme hacia uno de los escritorios de la biblioteca a examinarlo a la luza de las velas.
páx 38

-Así es, una antigua secta demonólatra del Egipto helenista. -Iuliano dio un trago a su copa antes de continuar-. Se cree que sus fundadores fueron los bibliotecarios de la gran biblioteca de Alejandría, llegados a Europa cuando esta fue destruida salvajemente por el Islam en el siglo VII. Según parece, estos primeros brujos eran paganos sincretistas que formaron la Sociedad Secreta en torno a un misterioso libro escrito en árabe que hallaron entre los innumerables volúmenes de la biblioteca. [...]
páx 91

El inquisidor; Patricio Sturlese. Plaza & Janes. 2007. Aportado por JMV

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