miércoles, 20 de noviembre de 2019

Canciones de amor a quemarropa

Aunque Lee ya era nuestro héroe, aquello no hizo sino intensificar el amor que le profesábamos, agrandar su leyenda. Al día siguiente todos salimos a comprar otros diez discos suyos, aunque ya los teníamos en casa, y por duplicado. Y el dinero de esos discos tenía un valor incalculable, porque muchos andábamos apuradísimo ; podíamos haberlo metido en la cartilla de ahorros o haberlo gastado para hacer la compra. Pero daba igual. Los discos se los enviamos a parientes y amigos lejanos o los donamos a bibliotecas y residencias de ancianos. Páxina 20

No había un solo ojo en esa limusina que no estuviera posado en ese par. Fuera del larguísimo vehículo, el mundo seguía su curso -el tráfico, algún tractor de vez en cuando, un viejo granero que andaba por el arcén de grava camino del pueblo, derecho, quién sabe, al banco o a la biblioteca-, pero allí dentro la vida era un diorama de bocas abiertas, ojos incapaces de pestañear y alientos contenidos. Y entonces Kip interrumpió. Páxina 33

Esa noche teníamos la casa hecha un desastre, lo recuerdo bien. Yo no había parado en todo el día: había ido al supermercado a comprar y a trabajar a la biblioteca de voluntaria, y luego había acompañado a una tía mía al médico, y Henry se había pasado el día encerrado en la nave de la madera reparando un tractor que no tardaría en rodar por nuestros campos labrando la tierra. Páxina 83

Para cuando hube llegado a Little Wing, tenía tantas ampollas en los pies que tuve que llamar a Henry para que fuera a buscarme a la biblioteca. Páxina 96

O al acordarme de Ronny. Ronny, que vagaba por las calles de Little Wing, que se quedaba dormido en la biblioteca pública, bien calentito, con un periódico abierto delante,"¿y a que no sabéis qué leía?". Páxina 137

Los primeros dueños de la fábrica fueron los agricultores de la Cooperativa de Little Wing, que se habían constituido en 1885. Es lo poco que sé por algunos viejos registros de la biblioteca. Eran un grupo de campesinos noruegos bien avenidos que querían consolidad su poder de compraventa. Páxina 260

 Canciones de amor a quemarropa de Nickolas Butler, publicado por Libros del Asteroide, 7ª ed. 2018. Aportado por Anxo

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