jueves, 13 de agosto de 2020

Trazado: un atlas literario

En cuanto a las historias con menos base real ("Los que se van de Omelas", "La Biblioteca de Babel" solo contaba con la palabra real de los autores, lo que no constituye un mal punto de inicio.

Un mención especial merece "La biblioteca de Babel", pues se trata de un caso atípico en otro sentido. El relato de Borges no tiene personajes reales (el narrador es un bibliotecario anónimo) ni desplazamientos reales (por ello el mapa carece de la ruta del personaje), aunque la historia vaya en movimiento.  pag. 12

Inteligencia infinita. Basado en "La biblioteca de Babel" de Jorge Luis Borges. 1941

El infierno ha sido imaginado de infinitas maneras, pero, en todas ellas -de La epopeya de Gilgamesh al Infierno de Dante-, se ha descrito siempre como un paisaje, un lugar. Borges nos lo presenta así:" El universo (que otros llaman la Biblioteca) se compone de un número indefinido, y tal vez un número infinito, de galerías hexagonales. (..) una tras otra interminablemente". Ese sentido del peso geográfico permite que "La biblioteca de Babel" funcione como ensayo filosófico a la vez que como una breve crónica de horror existencial.

Aunque la historia se narra al estilo de un manual, su ritmo resulta emocionante, pues nos va revelando la verdadera naturaleza del mundo capa por capa. Primero encontramos la celda individual ("...galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por  barandas bajísimas"); luego, el mundo cognoscible para un bibliotecario ("Me preparo para morir a unas pocas leguas del hexágono en que nací"); y, finalmente, alcanzamos la visión que Dios tiene de este universo entero ("La Biblioteca es total..., registra todas las combinaciones"). Todo parece muy simple y directo, pero la complejidad y la paradoja inundan el relato de principio a fin. La cela original resulta bastante difícil de imaginar y, a pesar de su increíble tamaño, este universo es, a una escala humana, claustrofóbico (Hay dos gabinetes minúsculos. Uno permite dormir de pie"). Pero estos detalles no nos allanan el camino a la comprensión. La propia infinitud se nos presenta repleta de contradicciones. Y, en pocas páginas, Borges cambia constantemente nuestra perspectiva, nos lleva al límite de las cosas y nos desconcierta por completo. Al igual que los bibliotecarios de su relato, la mente humana se tambalea sobre el precipicio cuando se pregunta por el infinito.

Conforme desenreda las implicaciones de su biblioteca, Borges va revelando su faceta de filósofo... Las palabras de Borges ya han creado su mundo, pero aun cuando este permanece confinado entre cuatro muros, resulta peligrosamente fácil llegar a sumergirse en el abismo que sugiere. El hombre, el bibliotecario imperfecto, nunca puede descansar del todo en estas páginas 

pag. 84


pag. 85


Y, aunque percibimos algo turbio en el ambiente, la manera en que nosotros, como lectores, tendemos a descubrir esta historia -en una prestigiosa revista semanal, en una biblioteca o en un curso de literatura- hace más impactante la revelación. No importa cuantas veces la leamos, la conmoción siempre llega. Narra un crimen que no debería haber sucedido. No aquí. Y, sin embargo, también sabemos que tenía que ser así.    pag. 91


 Andrew DeGraff e Daniel Harmon. Trazado: un atlas literario 1ª edición 2016  Impedimenta. Aportado por Lola

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