Hubo muchas ocasiones en las que tuve la horrible sensación de que no era más que una desertora, demasiado vaga o cobarde como para estar a la altura de mi sueño. Pero si necesitaba pruebas de haber tomado la decisión correcta, me bastaba con fijarme en mis propias lecturas. Yo era la rata de biblioteca más apasionada, pero conforme pasan los años cada vez estoy menos interesada en la lectura, especialmente en la ficción. Quizás ello se deba a las realidades que veo a diario, pero empecé a aburrirme con las historias sobre gente inventada que vivía vidas inventadas llenas de problemas inventados. Pág. 76
Por supuesto que había oído hablar de perros terapéuticos. Perros entrenados para trabajar en hospitales, asilos, zonas catastróficas y cosas así, cuyo propósito es proporcionar consuelo y alegría con la esperanza de aliviar cualquier sufrimiento que los seres humanos atraviesen. Sé que se usan desde hace mucho tiempo y también que ahora a menudo se emplean en ayudar a niños con dificultades emocionales o de aprendizaje. Para mejorar las habilidades en la lectura y la expresión, a los niños en colegios y bibliotecas se los anima a que lean en voz alta a perros. Pág. 135
El amigo. Sigrid Nunez. Editorial Anagrama, S. A., 2019
Aportado por Lola
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