Mario fue a la biblioteca. Wojcik, un polaco que enseñaba semántica, alto, huesudo e impersonal, conversaba con un joven de tez olivácea y labios exageradamente gruesos; [...] Mientras conversaban la biblioteca fue llenándose de invitados.
páx 69
Mario alegó que necesitaba más vino y entró de nuevo en la casa. Buscó a Ginger: no estaba ni en el salón ni en la biblioteca.
páx 71
-¿Podría hacer una llamada?
-Claro -dijo Joan.
Lo condujo hasta una habitación interior. Mario marcó un número de teléfono, pidió un taxi. Luego se reunió en la biblioteca con Branstyne y Tina.
JAVIER CERCAS; El inquilino. Penguin Random House. 2019
Aportado por JMV

No hay comentarios:
Publicar un comentario