El mar alrededor

Según pasaba el tiempo y valoraba los pros y las contras de cada una, la idea de la torre se hizo cada vez más atractiva: una plataforma para mirar las estrellas en lo alto; una biblioteca tranquila, revestida de libros, con un anillo de espadas en la parte baja del muro; un dormitorio de estilo medieval con vigas gigantescas y una sencilla cama labrada; habría un salón con una chimenea enorme e hileras de tarros de especias en una pared; y abajo, al nivel del suelo, un vestíbulo con tapices colgados y el principio de la escalera en espiral, con pasamanos decorados con delfines que saludan al aire. Pax. 22

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Enciende el fuego, ceba el fogón y sube a la biblioteca para coger un libro de cocina que hable de sollas. Hay casi de todo en su biblioteca.

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Deja la guitarra y sube rápidamente y en silencio las escaleras.

Pasa por el dormitorio. Presta atención. Ni un ruido.

A la biblioteca.

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[...]Un conocimiento general amplio, que abarca pedazos de historia, psicología, etología, teorías y prácticas religiosas de numerosos tipos. Sus gráficos de conocimiento personal. Su biblioteca.

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En la biblioteca rodeada de libros:

-Bueno, eso es lo que son.Sombras del alma. Coronas. Auras. Muy poca gente puede verlas sin utilizar pantallas o cámara Kirlian. [...]

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Es decir: joyerías, bibliotecas, la policía, historiales médicos, conversación con Dansy, comprobación de los registros navales.

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Armada con el anillo y el rosario, a la biblioteca me dirigí. En la guía nobiliaria de Debrett , después de rebuscar en mil páginas polvorientas, encontré un solitario con un fénix sobre un nido de fuego superpuesto.

[...]

La bibliotecaria sonrió.

Las sonrisas de las bibliotecarias son como sujetalibros.

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Así que, después del joyero, la policía, la biblioteca, los archivos del hospital e incluso el bar, el camino no tenía salida.

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-Hice lo más evidente: fui a la biblioteca y busqué en los libros hasta que encontré un blasón que coincidiera con el del anillo. Ya sabes, el del rosario. [...]

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Joe, que entra por la puerta de la biblioteca circular a la noche siguiente.

Himi me dijo que estabas aquí... La leche, ¿eso qué es?

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La embarcación que tiene en Whangaroa es una trainera reconvertida de once metros con un motor interior de cien caballos. Tiene cocina, camas, taquilla y está equipada con todo lo que le pareció útil o decorativo. Radar, sonda, brújula electrónica, radio y biblioteca de mapas.

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Kerewin golpea el escritorio con el lateral de la mano y el crujido resuena por toda la biblioteca.

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La tercera semana, una mañana de miércoles, se volvió cuando contemplaba las paredes desnudas de la biblioteca y se quedó paralizada, conmocionada.

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Todas las mañanas, cuando Joe va a Whangaroa para presentarse en el juzgado y cumplir con los términos de su libertad condicional, Kerewin sube a la biblioteca circular.

Hay tres cosas en la biblioteca que no estaban antes: una maleta, un cojín y un pedazo de barro envuelto en un trapo húmedo.

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La siguiente vez que fue a la biblioteca, cuando subieron  la escalera de caracol para empezar a demoler la Torre, el tricéfalo había desaparecido.

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Kerewin salvó muy poco de los niveles superiores: la gran estantería curva de la biblioteca, las ventanas colormar del dormitorio, la hornacina dorada donde el crío se había refugiado siglos antes; [...]

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Ha empezado a escribirse con varios ancianos de la Isla Norte y con dos bibliotecas, intentando descubrir, sin facilitar demasiada información, cuál de las canoas fundacionales podría estar enterrada aquí.

Hulme, K.(2019). El mar alrededor. Madrid: Automática editorial.

Aportado por JMV e Anxo