Se detuvo ante la puerta y nos indicó por señas que pasáramos. Dentro olía a tabaco. Parecía la biblioteca de Buchan. Era el tipo de sala que le gustaba a cierto tipo de hombre hecho a si mismo: paredes de roble con estanterías llenas de libros con aspecto de no haber sido leídos nunca. Por los ventanales de la pared del fondo entraba mucha luz. Pax. 404
Di media vuelta, y cuando corrí hacia la biblioteca estuve a punto de chocar con Surrender-not, que venía en mi búsqueda. Pax. 410
Mukherjee, A (2020). El hombre de Calcuta. Barcelona: Salamandra
Aportado por Anxo
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