jueves, 14 de abril de 2022

El ojo castaño de nuestro amor

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Mi padre no tenía demasiados libros en su biblioteca, pero los que había me sorprenderían hoy en día por su naturaleza heteróclita.

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[...] presentían Stalingrado y la costa de Normandía, habían soñado con los enfrentamientos de los tanques en la estepa rusa, la pavorosa caza de los submarinos, la desaparición de la faz de la tierra de ciudades enteras, de miles de antiquísimos monumentos históricos, bibliotecas y catedrales.

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Yo no he leído a Catulo ni a Rabelais ni a Cantemir ni a Virginia Woolf en un mapa, sino en una biblioteca donde los libros están colocados unos junto a otros.

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¿Por qué las inmensas bibliotecas de Occidente descansan sobre los hombros de dos hombres que no dejaron escritos a su paso, Sócrates y Jesús? ¿Cuál es la diferencia entre la sabiduría que no escribe y la inteligencia que llena las bibliotecas a favor o en contra de la sabiduría?

MIRCEA CARTARESCU; El ojo castaño de nuestro amor. Impedimenta, 2016.

Aportado por JMV

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