Aprendí los secretos del revelado y del retocado; pasaron los años y me refugié en el ojo de la cámara y en la biblioteca de Germán (sorpresa que no entusiasmó a Conchi: el fotofija resultó ser hombre leído y culto), donde aclaré no pocas zonas íntimas e hice un descubrimiento importante...
páx 65
-Qué bien ¿no? Oye, en el paquete viene otro libro, a ver si te gusta.
Primer timbrazo, aumenta el vocerío.
-Seguro. Aquí en la biblioteca hay poco bueno. Otra cosa, Montse: ¿recibiste mi carta?
páx 67
Leí un rato el diario. Estábamos en la biblioteca, creo, con todas las luces encendidas. En cierto momento recorrí con los ojos las estanterías llenas de libros de Vilella: renglones de diarrea mental encuadernada.
páx 122
La oscura historia de la prima Montse; Juan Marsé. RBA Editores, 1994. Aportado por JMV
No hay comentarios:
Publicar un comentario