viernes, 22 de mayo de 2020

Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso

Antes, a lo largo de diez años, había hecho calle, sucesos, cine y, por último, redacción de mesa, una tarea que en principio había menospreciado pero que se me hizo con la práctica atractiva y capital. Como en ningún caso mi trabajo, aunque prolongado, ocupaba todas mis horas dediqué aquellos años a leer, primero a los grandes articulistas de la preguerra -Maeztu, Ortega, Unamuno- y después, en la Biblioteca Municipal, a los clásicos españoles, franceses y rusos. Total, lo crea usted o no, entre la Redacción, la Hemeroteca y la Biblioteca del Ayuntamiento, consumí diez años de mi vida, ajeno a todo lo que significase frivolidad. Mi afición por el periodismo era desmesurada, absorbente, y aunque sin una mira determinada, me preparaba para más altos destinos. Pág. 73

Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso. Miguel Delibes. Ediciones Destino, 1983. Aportado por Lola

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