El turista inglés.
...Igual admira una catedral gótica que un cabaret alegre, el sol de medianoche en Noruega que el sol del mediodía en España. Admira en la misma jornada dos iglesias, una Casa Consistorial, un paisaje, un viejo castillo, la casa donde nació un hombre célebre, una biblioteca pública, un río, una montaña, el amanecer y el crepúsculo, un trozo de mar y las botas de un general heroico. Lo admira todo sin cansarse, con una resistencia para la admiración que no tiene ningún otro turista Pax. 123
Un hotel.
El primer hotel donde me he alojado, a mi llegada a Nueva York, fue el Hotel Pensilvania, frente a la estación del mismo nombre. Dos mil habitaciones. Farmacia. Peluquería. Sastre. Agencia de viajes y agencia de teatros. Baño turco. Instituto de belleza. Biblioteca. Un restaurant de lujo. Dos restaurants populares. Seis o siete restaurants privados. Camisería. Sombrerería. Zapatería. Oficina de Correos y Telégrafos. Salones para asambleas políticas, para bailes de sociedad, para banquetes, para exposiciones, para representaciones teatrales. Un Banco. Un diario donde los huéspedes distinguidos cuentas sus viajes o describen la impresión que les produce Nueva York. Una iglesia... Pax. 165
Otra carta de la Dirección, que la ha tomado, a lo que parece, con nuestro estado de ánimo. "Está usted triste? -nos pregunta en ella-. Pues coja usted el teléfono, pida comunicación con la biblioteca, y explíquele a nuestra bibliotecaria el carácter de sus sentimientos. Nuestra bibliotecaria escogerá en cinco minutos el libro que usted necesita, y se lo enviará a su habitación, libre de todo gasto..." Pax. 167
Camba, J. (1996). Sus páginas mejores. Madrid: Espasa Calpe.
Aportado por Anxo
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