De camino a la fiesta, me aventuro en ese intersticio entre el trabajo y las relaciones sociales en el que nada puede suceder. Las bibliotecas han cerrado; los cafés han cerrado. Los bares están abiertos, pero no me apetece beber; los restaurantes están abiertos, pero no me apetece comer ni tampoco gastar dinero. ¿Debería beberme un cóctel para animarme? ¿O llegaría con una evidencia demasiado palpable en mis labios, en mis mejillas? ¿Debería caminar por las calles (si no llueve)? ¿Podría leer o escribir en un rincón de uno de esos grandes cafés que parecen bares, sin llamar demasiado la atención? ¿Podría trasladar el tiempo desde este momento para añadirlo a otros momentos que, especulativamente, pasé con él? Con todo el tiempo que tengo por delante, podría aprender un idioma, podría leer un libro, podría escribir un libro. Pág. 95-96
Vértigo. Joanna Walsh. Editorial Periférica, 2018
Aportado por Lola
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