domingo, 11 de diciembre de 2022

La herencia

Cada mañana, Bo bajaba corriendo al quiosco Narves3en de la esquina a comprar periódicos noruegos, pero no compraba la cobertura que ofrecían de la guerra de los Balcanes. Había algo que no encajaba, Intentó averiguar qué era eso que no encajaba, se pasaba todo el día en la Biblioteca Universitaria leyendo periódicos extranjeros: alemanes, franceses, ingleses, rusos, y estaba cada vez más indignado y triste, ahogado en copias de artículos de períodos extranjeros cos sus propios subrayados y comentarios al margen. Pax. 201

Bo llegaba a la Biblioteca Universiatria con los diarios y los discursos de Goebbels en la mochila y me mostraba su parecido con los oradores de ahora, qué no se hace para defender a los civiles. Pax. 222

Antes de los disparos de Sarajevo, el optimismo reinaba en Europa, dijo Bo, venía de la Biblioteca Nacional. Para comprender las guerras actuales tenía que entender la Segunda Guerra Mundial y para entenderla tenía que entender la Primera y la época previa. Pax. 323

Hjorth, V. (2019). La herencia. Madrid: Mármara e Nórdica libros.

Aportado por Anxo

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